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Habitus
e imaginarios en la formación de docentes
En el primer encuentro con los
profesores-estudiantes de las escuelas normales se pretende explorar las
razones que los motivaron a estudiar dicha carrera, en sus discursos hacen
alusión a los momentos más significativos en su trayectoria personal y destacan
su punto de vista de lo que significa ser docente en tiempos previos a su
ingreso a la escuela normal. La mayor parte de las razones por las que los
estudiantes decidieron convertirse en profesores son el trabajar con los niños;
otros tantos lo hicieron porque desde niños ese era su plan de vida, otros
tantos por implicaciones familiares y algunos solo por curiosidad.
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Actualizar
en las prácticas imaginarios y situaciones
La visión anticipada sobre la profesión
define qué esperan encontrar en el periodo de prácticas donde se desempeñarán
como docentes frente al grupo, donde ponen a prueba las representaciones
sociales como orientadoras de sus acciones como docentes y que esperan
concretar en su trabajo pedagógico compartiéndolo con los niños. Se espera
cumplir con su trabajo con entusiasmo y disciplina para lograr las metas que se
han propuesto.
No obstante las preocupaciones se
muestran en lo que será el centro de su actividad: los alumnos: que los niños
no aprendan, que no les interesen las clases, que no logren construir
conocimientos ni desarrollar habilidades o que no entiendan un contenido. Otro
foco de preocupación es el grupo: que sean rebeldes, groseros, indiferentes, la
disciplina, su forma de comportarse. Esto puede hacer que el docente no cumpla
con su propósito, es decir, que los saberes adquiridos se desdibujan al momento
de llevarlos a la práctica. La preocupación más grande para un docente es no
saber si van a lograr los propósitos establecidos en las asignaturas, en pocas
palabras, si van a tener éxito.
Los profesores-docentes construyen y
reconstruyen los significados de la docencia en un horizonte interpretativo
basado en su historia de formación y en el contexto que orientó su decisión
para ingresar a la docencia
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La
cultura escolar y las pautas que regulan las experiencias cotidianas
Los imaginarios compartidos sobre la
profesión les permitieron anticipar los posibles escenarios en que
concentrarían sus prácticas en condiciones reales de trabajo docente.
Durante la jornada de observación los
profesores-estudiantes documentaran sus apreciaciones sobre la organización o
desorganización de la escuela,l además de escuchar ideas y aportar ideas, así
aprenden a regular sus intervenciones y cumplir con lo que ya se encuentra
establecido.
Uno de los recursos de apoyo para
generar la reflexión de su propia acción en las relaciones de enseñanza es el
diario de trabajo ya que este le permite aprender de sí mismo. El diario de
trabajo se ha propuesto como una forma de inducir a los futuros profesores a
incorporar la reflexión sobre la acción de la práctica, estos deberán
utilizarlo como recurso que les permita documentar sus experiencias propias.
La planeación del trabajo docente
permite que los profesores en formación anticipen escenarios y hagan explícitos
los supuestos sobre una relación pedagógica, los cuales son construidos en el
curso de su formación y en su propia experiencia escolarizada. Observar a los
niños los lleva a redescubrir la teoría y asombrarse. Los registros muestran
apreciaciones recurrentes sobre las capacidades de los niños respecto del uso
del pensamiento hipotético deductivo.
Los acompañamientos entre el
profesor-estudiante y el tutor se explican en el traspaso del encargo institucional
sobre los contenidos de cada una de las asignaturas que deberá abordar durante
el periodo de prácticas, en torno a éstos pondrán en juego los conocimientos,
habilidades, destrezas y capacidades adquiridos en su proceso formativo, del
mismo modo desarrollarán experiencias que los ayuden a mejorar continuamente
sus competencias profesionales
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